Oficialmente eran 24 horas de fútbol sala, pero la realidad es que fueron 29 las horas que los cofrades estuvieron jugando en el pabellón polideportivo Teodoro Casado, en el Vivero, desde las cuatro de la tarde del sábado hasta pasadas las nueve de la noche de ayer, cuando se supo que el ganador era el equipo formado por la cofradía de la Virgen de La Montaña, tras jugar la final con la agrupación Jóvenes Cofrades.
La competición estuvo organizada por la cofradía del Dulce Nombre, comentando su hermano mayor Francisco Javier Roncero que para el próximo año esperan realizar un nuevo encuentro, ya que además de la convivencia entre cofrades haciendo deporte, se logra ayudar a cacereños que lo necesitan. Cada uno de los 18 equipos ha entregado 50 euros que se destinarán al Banco de Alimentos, y hubo espectadores que dieron alimentos para la oenegé. Además de los dos finalistas participaron las cofradías de la Expiración, el Humilladero, Nazareno, Dulce Nombre, Cristo del Amor, Cristo del Amparo, Estudiantes, Jesús Condenado, Cristo de la Victoria, Batallas, Cristo de la Salud y Ramos.
Varias cofradías realizaron ayer actividades que tuvieron relación con la fiesta de la exaltación de la Cruz. En la iglesia de Santiago, la cofradía del Nazareno entregó su medalla a los nuevos integrantes de esta hermandad formada por 2.700 miembros. Durante el último año se han apuntado 85 personas. Hubo mesa de ofrendas y se vendieron roscas de anís, entregarán el dinero recaudado a Cáritas Diocesana.
En la concatedral de Santa María, en una misa que comenzó a la una de la tarde, la Cofradía del Cristo Negro impuso a la alcaldesa, Elena Nevado, la medalla que la hermandad entrega a la corporación municipal, coincidiendo con el décimo aniversario del nombramiento del Ayuntamiento como hermano de honor del Cristo Negro. También se tomó juramento a los nuevos hermanos titulares, siguiendo normas de tradición medieval.
La Cofradía del Humilladero celebró ayer su fiesta principal, con una romería junto a la ermita del Espíritu Santo. A las diez y media de la mañana los hermanos sacaron en procesión la talla del Cristo del Humilladero, y en la misa se reconoció la dedicación de dos personas por la hermandad: al cacereño afincado en Madrid Alberto José Solís Fernández, y al cantaor Pedro Peralta (Pedro Bermejo Plata) por las saetas que dedica a los pasos de la Cofradía durante la Semana Santa. Luego hubo una romería en la explanada de la entrada de la ermita, celebrándose una rifa cuyos beneficios se destinarán a Cáritas.
A las dos de la tarde de ayer Antonio Pablo, mayordomo de la Cofradía del Humilladero, se mostraba satisfecho del desarrollo de la romería que señalaba que ya la han hecho en los últimos seis años
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