lunes, 14 de octubre de 2013

Las otras 'patronas' de Cáceres

Virgen del Rosario
La celebración del Santo Rosario Magno, que tendrá lugar el próximo día 26, regalará varias instantáneas para el recuerdo. Una de ellas, sin duda, será ver en la calle la talla de la Virgen del Rosario, que volverá a participar en un desfile después de casi un siglo. Esta vez lo hará en un paso llevado por los costaleros de la cofradía de la Salud. Según los datos manejados por la Unión de Cofradías Penitenciales, esta imagen salió por última vez en 1930. Desde entonces, ha permanecido expuesta en la iglesia de Santo Domingo, siempre bajo techo.
La Virgen del Rosario ostenta, de forma oficiosa, el título de copatrona de la ciudad. Es sabido que desde 1906 la patrona principal de Cáceres es la Virgen de la Montaña. Pero antes, según apuntan varios historiadores locales, también gozaron de la devoción popular otras dos imágenes marianas: la del Rosario y la Virgen del Salor, de Torrequemada.

«La Virgen del Rosario es la segunda patrona de Cáceres. La primera patrona fue la Virgen del Salor, desde la Reconquista», apunta Francisco Acedo. «Fue patrona de Cáceres -dice en referencia a la Virgen del Salor- porque tenía una orden de caballería, que era la cofradía de caballeros y escuderos de San Mateo de la Virgen del Salor, que tenía su sede en San Mateo», comenta. En el siglo XIV la ermita del Salor, a pesar de estar a 18 kilómetros de la ciudad, dependía de esta parroquia cacereña.
Otro historiador local, Alonso Corrales Gaitán, asegura que sí hay constancia en los archivos históricos del fervor despertado hace siglos por esta imagen pero que, en cambio, su nombramiento como patrona no llegó a materializarse, aunque sí se inició el proceso.

A finales del siglo XV, con la creación del convento de Santo Domingo por parte de los dominicos, llegó también la primera imagen de la Virgen del Rosario a la ciudad, que no es la que se venera en la actualidad. «La iglesia, en realidad, se llama Nuestra Señora del Rosario. Santo Domingo es el convento», aclara Francis Acedo. «A comienzos del siglo XVI se convirtió en patrona de Cáceres», apunta, hasta comienzos del siglo XX.

Alonso Corrales Gaitán dedicó un artículo, publicado en HOY el 15 de mayo de 2012, a la historia de esta imagen. «Breves datos y la mayoría contradictorios son los que se manejan referidos a esta advocación, pues en el año 1493 se levantaba el convento de Nuestra Señora del Rosario, hoy Santo Domingo, y se fundaba dicha cofradía al poco tiempo. En el año 1525 y en 1578 los frailes dominicos se interesaban por trasladar la cofradía del Rosario que ya existía en Santa María a este recinto», indica. Otras fuentes, en cambio, hablan de una cofradía del Rosario vinculada a la ermita del Salvador, «situada en la Plaza Mayor junto a la Torre Nueva durante los siglos XV y XVI», añade Corrales Gaitán. Lo que sí parece estar claro es que su fiesta principal era el 7 de octubre y que en los inventarios de su patrimonio aparece una larga relación de joyas donadas, mantos o coronas. Una muestra del cariño despertado entre sus fieles. Sin embargo, a principios del siglo XX la cofradía se extinguió y, con ella, el fervor de los cacereños hacia esta talla.

Desde 1621 
Hacía tiempo ya que la Virgen de la Montaña acaparaba los ruegos de los cacereños. Francisco de Paniagua, natural de Casas de Millán, llegó a Cáceres en el año 1621 con una talla con la que había recorrido la comarca implorando limosna para elevarle una capilla, según consta en el libro 'Historia del culto y del santuario de Nuestra Señora de la Montaña', de Miguel Ángel Ortí Belmonte. La imagen descendió por primera vez desde su primitivo santuario hasta la ciudad en el año 1641. Era un año de sequía y los cacereños depositaron en ella sus esperanzas para que llegara la lluvia. Y así fue. «Después de producirse la procesión de la lluvia milagrosa la gente comienza a tenerle mucha devoción», indica Acedo. Tanto fue así que ya en 1688 el Concejo acordó por primera vez declararla patrona. Hubo otro intento en 1776. Pero la proclamación oficial, por parte de Roma, se demoró hasta el 2 de marzo de 1906.
  
«Las devociones van cambiando. Y la devoción que se tenía por la Virgen del Rosario se va perdiendo desde el siglo XVIII mientras va aumentando la devoción por la Virgen de la Montaña. La cuestión está en ver siempre que las tres patronas han sido advocaciones de la Virgen. Es decir, Cáceres ha sido siempre una población mariana», concluye Francis Acedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario