martes, 6 de diciembre de 2011

Aunque los trabajos no empezarán hasta enero, el Cristo de la Batallas ya está en el Cefot para evitar que sufra daños

Las obras de rehabilitación de la Concatedral de Santa María se retrasan sobre el plazo previsto inicialmente por la empresa adjudicataria. Restaura, con sede en Trujillo, calculaba que los trabajos se iniciarían durante la primera decena de diciembre. No ha sido así. Santa María continúa con su actividad habitual. En estos momentos acoge los cultos con motivo de la fiesta de la Inmaculada y el día 18 se celebrará en su interior el concierto de Navidad del coro y la orquesta de la Universidad de Extremadura. Ahora el mes previsto para el inicio de las obras es enero y no diciembre, ya que el Ministerio de Cultura prevé cargar todo el presupuesto a la anualidad de 2012, según aparece recogido en el acuerdo de adjudicación publicado en la Plataforma de Contratación del Estado. En este mismo documento se especifica el importe final de la actuación. Costará, con impuestos incluidos, 790.299 euros. Hay que recordar que el presupuesto base de licitación fue de 1.101.002 euros. El Ministerio se ahorrará, por tanto, 310.703 euros. De hecho, en el acta se hace constar que Restaura ha sido la empresa elegida por ser su oferta la «económicamente más ventajosa», entre las 42 presentadas. El plazo de ejecución de las obras de Santa María es de doce meses. Se realizará por fases y el templo no se cerrará al culto, aunque la intervención sí ha obligado a varias hermandades a cambiar sus planes. La cofradía de la Virgen de la Montaña ha decidido que la patrona de Cáceres permanecerá en Santo Domingo durante su novenario ante la imposibilidad de hacerlo en la Concatedral. Mientras tanto, la cofradía del Cristo de las Batallas, con sede canónica en Santa María, ya ha comenzado a trasladar sus imágenes para evitar que resulten dañadas y acumulen polvo durante las obras. El pasado viernes la imagen del Cristo de las Batallas se llevó al Cefot. No hay que olvidar que esta talla fue adquirida en el año 1953 por los militares y que, en la actualidad, la cofradía mantiene una estrecha relación con el Ejército. Inmaculada Hernández, mayordoma de la hermandad, todavía tiene que buscar sitio para otras dos tallas: la del Cristo del Refugio y la de la Virgen de los Dolores. Su idea es que estas imágenes, que todavía están en Santa María, permanezcan durante las obras en el convento de las Jerónimas de la calle Olmos. Además, esta cofradía también busca ubicación para la salida de su procesión del Lunes Santo. El Palacio Episcopal es una de las alternativas que baraja. No obstante, la mayordoma convocará una junta general para que esta decisión sea aprobada por los hermanos. La tercera cofradía afectada por las obras es la del Cristo Negro, que también será trasladado a otro templo. La iglesia de la Preciosa Sangre es la alternativa que más peso tiene entre las barajadas hasta ahora.

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