lunes, 6 de mayo de 2013

Hasta pronto, cacereña bonita!

En una jornada espléndida, miles de vecinos arropan a la Virgen de la Montaña en su regreso al santuario. La tradición más multitudinaria de la ciudad reafirma su pujanza con un gran broche final de fervor y emoción

En un domingo espléndido de sol y calor, Cáceres volvió a entregarse un año más a su tradición más multitudinaria y despidió a su patrona, la Virgen de la Montaña, como colofón de oro a los actos del novenario. Y una vez más, como quien confía en que el amor es para siempre, la cacereña más bonita recibió el regalo de la devoción y los besos en forma de pétalos de rosa de las miles de personas que la acompañaron desde su salida de la Concatedral de Santa María hasta la llegada al santuario.

Fiel al guión que ha convertido el recibimiento y la despedida de la patrona en una demostración de fervor popular para públicos de todas las edades, la vuelta a casa de la Virgen ofreció momentos para la emoción y la solemnidad, para el recuerdo y la fe, siempre revestidos de esa alegría que transmite la madre de los cacereños, ayer vestida con el manto de raso, color azulina, donado por los hermanos de carga de la cofradía en el 2003 y estrenado ese mismo año también en una subida.

Arropada durante todo su recorrido hasta Fuente Concejo, el momento culmen de una mañana espléndida se vivió minutos antes de las 11.30 horas cuando la alcaldesa, Elena Nevado, recibió de nuevo el bastón de mando de la ciudad que durante nueve días ha lucido la patrona durante su estancia en Santa María, epicentro de la pasión por la Virgen. Esa misma pasión que ayer se pudo ver de nuevo en los rostros de quienes gritaron vivas al paso de la patrona, en la voz de Felisa cuando cantó "a la cacereña más bonita" a su llegada a San Francisco; a Mario que, con solo 14 años, cumplió ayer el sueño de cargar por primera vez. Y así, tantos y tantos fieles entregados a un sentimiento colectivo incomparable en la ciudad durante nueve días al año.

DEVOCION
De camino al santuario se repitieron las imágenes de los hermanos de la cofradía, agasajados con vino y patatera en las casas de campo, de las mujeres y hombres que aguantaron el peso en el tramo del pueblo, del Amparo al Calvario, en otra demostración de que la Virgen mueve montañas.

Y así, hasta llegar al destino, a la explanada del santuario, donde la patrona fue recibida por el Coro Rociero de Cáceres y donde, al filo de las doce y media, lucía con más fuerza que nunca el sol del mediodía. A esa hora la misa de romeros puso el broche a nueve días de oro en una jornada en la que la alcaldesa pidió a la patrona que "ayude, en estos momentos tan complicados, a tantas y tantas familias que lo están pasando mal y a nosotros a acertar al frente del gobierno en las medidas que tomemos".

La regidora también avanzó que su equipo trabajará para lograr la declaración del novenario como Fiesta de Interés Turístico Regional. "La Virgen no es solo un sentimiento religioso sino un sentimiento cacereño", subrayó Nevado, que afirmó que la Concejalía de Cultura "apoyará el expediente para lograr la declaración.

La cofradía puede contar con todo lo que nosotros podamos aportar". Ese fue su último deseo minutos después de que la patrona enfilase la subida hacia San Marquino. ¡Hasta pronto, cacereña bonita!

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