viernes, 3 de mayo de 2013

Los mantos peregrinos de la patrona

El novenario de la Virgen de la Montaña afronta hoy una de sus jornadas más multitudinarias. Desde primera hora de la mañana se prevén colas en la Concatedral de Santa María para besar el manto de la patrona de Cáceres, que lucirá para la ocasión la pieza número 90 de damasco dorado con fondo blanco, orlado con cenefa de cordones dorados, perlas y pedrería.

Un grupo de voluntarios lleva a docimilio las vestiduras de la talla para que los enfermos las besen
A todas las personas imposibilitadas que no pueden desplazarse hasta el casco histórico para ver la talla, la cofradía les brinda la opción de besar el manto en su propia casa, en el hospital o en la residencia de ancianos donde vivan. Voluntarios de la parroquias cacereñas, que realizan durante todo el año visitas a enfermos, son los encargados de trasladar las vestimentas de la patrona. Pilar Murillo, la camarera de la Virgen de la Montaña, selecciona las piezas para el también conocido como 'besamanto de los enfermos'.
Desde el comienzo del novenario, 13 mantos recorren la ciudad. Ayer tocó visitar la Residencia Asistida y los geriátricos Geryvida y Santa Teresa, en Nuevo Cáceres. Y el miércoles fue el turno de los enfermos ingresados en los hospitales San Pedro de Alcántara y Virgen de la Montaña y en la clínica La Consolación. La encargada de coordinar todas estas visitas es Dori Plasencia, quien calcula que durante el novenario los mantos peregrinos de la patrona pueden llegar a más de mil destinatarios. «El verdadero besamanto de la Virgen empieza cuando los enfermos lo besan. Lo hacen llenos de esperanza, de fe, de alegría... Es un acto precioso. Ellos nos dan a nosotros mucho más de lo que nosotros les brindamos a ellos», asegura esta voluntaria. «Vamos a todas las residencias de mayores, a los hospitales y a casas particulares. En las residencias visitamos habitación por habitación», añade.

En la Concatedral de Santa María el besamanto continuará también mañana, viernes, desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche. Hoy las puertas del templo permanecerán abiertas hasta las doce de la noche. Coincidiendo con la primera jornada del besamanto, la Hermandad de Donantes de Sangre llevará a cabo, por tercer año consecutivo, una campaña de extracciones en el Palacio Episcopal. Los interesados podrán donar sangre a partir de las seis de la tarde.

Mil kilos de alimentos

Hoy también continúa otra iniciativa solidaria: la recogida de alimentos no perecederos, que Cáritas distribuirá entre trece parroquias de la ciudad. Al cierre de esta edición, la cofradía había logrado reunir mil kilos de comida. La campaña sigue abierta hasta mañana, sábado. Todos los interesados pueden entregar sus donaciones en 'hall' de entrada del Palacio Episcopal.

Vicente Acedo acudió a la una de la tarde con paquetes de macarrones y arroz. «El año pasado también llevé alimentos a Santo Domingo. Me gusta colaborar», aseguraba este jubilado. «En la actualidad hay muchas familias necesitadas y, como puedo hacerlo, he traído bolsas de arroz, lentejas, macarrones y fideos», detallaba instantes después Rafaela Díaz, que se pasó por la Plaza de Santa María con su mascota y tenía previsto regresar por la tarde a la Concatedral. La talla llevó ayer el manto número 51, de raso blanco y bordado en oro y seda. Lo donó Joaquina Millán y Viniegra y fue confeccionado con el traje que llevó a su profesión religiosa.

Dentro de las actuaciones musicales previstas para la jornada de hoy en el besamanto ha habido una modificación de última hora en la programación. El coro rociero Sabor y Solera, que inicialmente iba a cantar a las 20.00 horas, lo hará finalmente a las 17.30, según ha informado la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Coria-Cáceres.

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