jueves, 25 de junio de 2015

La Semana Santa con fecha fija en el calendario

El mundo cofrade valora la propuesta del Papa para que la fiesta se celebre siempre el segundo domingo de abril.

¿En qué cae la Semana Santa? La pregunta se repite año tras a año a la hora de programar vacaciones y de organizar procesiones. ¿El motivo? Esta celebración no tiene una fecha fija en el calendario. Depende de la luna. En concreto, la iglesia católica hace coincidir el Domingo de Resurrección con el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera. En 2015 esa luna llegó el 5 de abril, Sábado Santo. Y la fiesta arrancó en Cáceres el sábado anterior, 28 de marzo, con la salida de los primeros desfiles. El día 29 fue Domingo de Ramos.

Pero las incertidumbres sobre la fecha de celebración de la Semana Santa pueden tener los días contados después de que el Papa Francisco haya propuesto que la fiesta sea inamovible en el calendario y tenga, por tanto, una fecha fija. Bergoglio ha sugerido, durante el III Retiro Mundial de Sacerdotes celebrado en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, que el Domingo de Resurrección sea siempre el segundo domingo del mes de abril. Así las cosas, la Semana Santa echaría a andar la semana previa y el Domingo de Ramos siempre sería el primer domingo de abril. Se acabó la Semana Santa en marzo.

Detrás de esta propuesta se encuentra la intención del Papa Francisco por hacer que la fiesta de la Pascua de Resurrección se celebre el mismo día tanto por los cristianos católicos como por los cristianos ortodoxos, que se separaron de la iglesia católica en 1054.

LAS OPINIONES FRANCISCO CERRO OBISPO

«Me parece una propuesta acertada; sintonizo con el Papa»

JULIÁN PANIAGUA COFRADE

«La mayoría de los cofrades preferimos una fecha variable»

J. M. MARTÍN PTE. UNIÓN COFRADÍAS

«A nivel organizativo es positivo, aunque abril es un mes traicionero»

LUIS ARROYO DR. ESCUELA COFRADE

«Cuanto más avanzada esté en el calendario, mejor tiempo hará»

Si la propuesta del Papa prospera, los cambios no solo afectarían al calendario religioso como tal. También tendría repercusión en las vacaciones escolares y en otras fiestas como los Carnavales, cuya celebración viene determinada por el Miércoles de Ceniza. Se trata del primer día de la Cuaresma y tiene lugar 40 días antes del Domingo de Ramos. De esta manera, y con una Semana Santa fija, los Carnavales siempre serían a finales de febrero.

Visión local

La noticia no ha pasado inadvertida entre los cofrades cacereños. Precisamente el colectivo que los representa, la Unión de Cofradías, mantuvo el martes una reunión para empezar a planificar la Semana Santa de 2016. Y, de nuevo, hubo que coger el calendario y buscar la primera luna llena de primavera para saber exactamente la fecha de la celebración. El obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro Chaves, aplaude la iniciativa. «Me parece una propuesta acertada y a la vez el Papa Francisco pretende unificar con los hermanos ortodoxos para que todos podamos celebrar juntos la Pascua cristiana, que es un signo de la comunión con Cristo, vivo y resucitado. Sintonizo con el Papa en cuanto a que él tiene una visión más amplia de la Iglesia universal», subraya el prelado.

Julián Paniagua, activo cofrade cacereño y responsable del portal 'Tusemanasanta.com', prefiere que todo siga como hasta ahora. «Como cristiano considero que es positivo que se generen sinergias entre las confesiones cristianas. Sin embargo, como cofrade, no sé si fijar la fecha del Domingo de Resurrección y, por consiguiente, de la Semana Santa, es la mejor vía para generar este marco de unión entre los cristianos. Considero que la mayoría de los cofrades tenemos preferencia por una fecha variable, el primer domingo tras la primera luna llena de la primavera, como se ha producido tradicionalmente desde el 325 d. C. cuando se acordó esta fecha en el Concilio de Nicea», explica. Y, a continuación, añade: «Ver a las imágenes de Semana Santa bajo la preciosa luz de una luna llena de primavera siempre invita más al recogimiento, a la poesía y lo hace siempre más bello que ante una noche oscura», argumenta. Con una fecha fija, explica, la luna llena no está garantizada en la fiesta.

José Manuel Martín Cisneros, presidente de la Unión de Cofradías, considera ventajoso el cambio a nivel organizativo. «Es positivo», valora. Lo que no está tan claro es si la fecha propuesta por el Papa acabará con uno de los grandes temores de los cofrades: la lluvia. «Abril es un mes traicionero. Y he conocido Semanas Santas celebradas en marzo que han sido espectaculares. La Pascua se va a seguir haciendo en primavera y la primavera es primavera», zanja Martín Cisneros.

«Cuanto más avanzado esté el calendario, menos posibilidades de lluvia hay y mejor tiempo hará», estima Luis Arroyo, el director de la Escuela Cofrade. «La iniciativa me parece estupenda. Lo que diga el Papa está bien», concluye Arroyo.

En el año 2011 un Semana Santa tardía obligó a retrasar en Cáceres la fiesta de San Jorge, el Womad y hasta la subida de la Virgen de la Montaña para evitar coincidencias en el calendario. En aquella ocasión, la Pascua se celebró el cuarto domingo del mes de abril, dos semanas después de la fecha fija sugerida ahora por el Papa Francisco.

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