martes, 26 de marzo de 2013

No hay jefe de paso bueno si los hermanos de carga no le ayudan, excepto PACO GALICHE


En la Semana Santa cacereña Francisco Polo (Cáceres, 1948) es Paco Galiche. O Galiche. A secas. Su forma de dirigir a los cofrades durante las procesiones ha creado escuela en la ciudad. Es, para muchos, el maestro de los jefes de paso, la figura encargada de guiar a quienes llevan una imagen sobre sus hombros. A él le gusta permanecer en un segundo plano, sin protagonismos. «No hay jefe de paso bueno si los hermanos de carga no le ayudan», reconoce desde la Concatedral de Santa María, donde echa una mano con el montaje de pasos de la cofradía de Batallas, una de las hermandades a las que pertenece. También es integrante de la hermandad del Nazareno y de la del Cristo Negro.
«Ya me he retirado», dice. O lo que es lo mismo: ya no ejerce como jefe de paso. Sí lo ha hecho durante años con El Calvario y la Virgen de la Misericordia, en la cofradía del Nazareno, y con el paso del Cristo de las Batallas, en la cofradía homónima. Todo lo que sabe, admite, lo aprendió de su padre y su hermano. Y parece que la estirpe de los Galiche tendrá continuidad en la Pasión cacereña. «Este año ha salido por primera vez mi nieto en procesión», confiesa. Él lo hizo cuando apenas tenía ocho años. Del momento actual que vive la Semana Santa destaca la gran cantidad de jóvenes que participan en esta fiesta.
Quienes le conocen destacan su facilidad para animar a los hermanos de carga en los momentos más duros de un desfile y han hecho suya una de las frases más célebres de Paco: «No os fieis de las horquillas», solía decir cuando los cofrades descansaban y dejaban el peso del paso sobre las varas metálicas.
Gracias PACO y creo que te las doy de parte de todos los hermanos de carga que hemos estado contigo.

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